viernes, 25 de octubre de 2019

El Origen de los Nombres: Estadios

Esta semana inauguramos nueva sección. El origen de los nombres. Aquí trataremos de exponer los motivos por los cuales diferentes clubes, estadios y demás se llaman así. ¿Quién fue Ganzábal? ¿Quiénes eran los Hermanos Antuña? Ese tipo de preguntas responderemos en estos artículos. Hoy estadios.

Arrancamos con las dos preguntas de la introducción.

¿Quién fue Ganzábal?


El Estadio Municipal Ganzábal de Langreo, anteriormente conocido como La Barraca era el estadio del Círculo Popular de La Felguera. La nueva denominación aparece en el acta de la fusión de este club con el Racing de Sama (Club Langreano). El ingeniero Francisco Fernández Ganzábal fue presidente del CP de La Felguera y luchó por la construcción del estadio. En el año 1947 recibió la Medalla del Mérito Deportivo por parte de la Federación Asturiana de Fútbol. Hoy en día en la tribuna principal del campo que lleva su nombre puede contemplarse una placa en su recuerdo, junto a otros personajes importantes en la historia del club azulgrana.

Placa situada en la tribuna del Nuevo Ganzábal


Dos hermanos, un estadio


El campo del Caudal Deportivo, anteriormente denominado Estadio Municipal del Batán, tomó el nombre de Hermanos Antuña en el año 1964. ¿Quiénes eran estos hermanos y que papel jugaron en la historia del club mierense? Joaquín Antuña fue uno de los fundadores del equipo, además de jugador durante los primeros años del club. Su hermano pequeño, Ramón, empezó a jugar más tarde, pero una vez que lo hizo no separó sus caminos de los del club albinegro, llegando a ser presidente. Mantuvo una buena amistad con Santiago Bernabéu, histórico mandatario del Real Madrid, de manera que tras el fallecimiento del mierense, el club blanco disputó en la villa el partido homenaje a su figura. Aquel día se descubrió un busto, que hoy en día preside todos los partidos en el estadio que lleva su apellido.

Busto de Ramón Antuña

Aquel Avilés


El campo del Real Avilés no lleva el nombre de un presidente, si no de un alcalde. Román Suárez Puerta fue el hombre que gestionó la construcción del nuevo campo del club avilesino tras la guerra civil. Estuvo en el cargo entre 1940 y 1953. En los últimos años algunas formaciones políticas han intentado renombrar el recinto, sin éxito.

Estadio Román Suárez Puerta


Otro campo de la ciudad es el Juan Muro de Zaro. Este hombre, economista en Ensidesa, fue el único presidente el club siderúrgico. También lo fue del Real Avilés Industrial tras las unión de ambos. Entre sus otras aportaciones al panorama futbolístico regional, está la Escuela de Fútbol de La Toba, vanguardista en aquellos años. El campo, anteriormente conocido como Santa Bárbara, tomó su nombre en 1981. Él fallecería siete años después. 


Una misteriosa cruz


Sobre este asunto no vamos a poder arrojar mucha luz ya que su origen es un misterio. Bien sabemos todos que el campo del Unión Club de Ceares es La Cruz y seguramente todos sus aficionados conozcan la famosa Cruz de Ceares, situada frente al estadio 'teyeru'. Lo que nadie conoce es su origen, ya que desde tiempo inmemorial es símbolo del barrio. Muchas son las leyendas que intentan explicarla, pero ninguna es clara al respecto. Alguna incluso habla de un macabro asesinato. Desde aquí les invito a que investiguen más sobre esta fantástica historia.

Barriu de Ciares, campu de La Cruz

Las Tolvas


Como muchas otras edificaciones industriales de las Cuencas, las tolvas de la empresa cementera Fradera en Laviana, se encuentran en un deplorable estado de abandono. A su sombra está el campo homónimo, donde juegan el Real Titánico y el ACD Alcava desde 1973. Esta enorme construcción, visible desde una buena distancia, almacenaba el carbón de las minas que esta empresa catalana poseía en el concejo. Una vez llenas, se cargaba un tren con el negro mineral para exportarlo. Llegaron a producirse 40.000 toneladas anuales. Hoy en las cuencas se vive de recuerdos de aquel pasado, sin un futuro próspero a la vista.

El valle, agua y carbón


Tuilla no es sólo su mundialmente conocido 'guaje' Villa. En esta parroquia langreana también hay un equipo histórico, el cuadro arlequinado, el CD Tuilla y su campo de El Candín. Hoy nos preguntamos de dónde viene su nombre. Vamos a remontarnos a la época de Jovellanos, pues sus primeros estudios sobre hulla los realizó en este valle, el del Candín, río que bordea el campo y en el que si te descuidas puedes acabar dentro, ya que las calles de este pueblo son, cuanto menos, angostas. Y siguiendo con este mineral, el Grupo Candín también es un símbolo de Langreo con sus pozos Lláscares, Santa Eulalia y Fondón.

Nobleza a orillas del Cubia


Para finalizar este artículo hablemos de la nobleza. Y es que el Marqués de la Vega de Anzo es desde 1974, año en que se cambia su nombre, el campo del CD Mosconia. Y tiene esta nomenclatura, sustituyendo a la antigua de El Casal, a modo de agradecimiento hacia el citado marqués. En concreto José María González del Valle y Herrero, el tercero de su estirpe. Los orígenes de este título nobiliario se remontan a su abuelo, famoso poeta, escritor, político y profesor de derecho en La Habana. Desde aquel año los aficionado del Mosconia disfrutan del fútbol en la tribuna cubierta que el propio marqués ayudó a construir.


Visita desde la tribuna del campo
Espero que les haya gustado este artículo y que hayan aprendido algo. Nos gustaría conocer la historia de todos y cada uno de los campos de nuestra región y para eso necesitamos vuestra ayuda. Si nos hacen llegar una breve reseña de por qué el campo de su equipo se llama así estaremos encantados de publicarla para conocimiento del público.

3 comentarios:

  1. Entre el Real Avilés y el Ensidesa lo que hubo fue una absorción, no una fusión. De ser así los pasos dados hubieran sido otros.

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  2. Eso de la absorción será algo producto de su imaginación. Dos clubes se unieron, se FUSIONARON, para dar lugar a una nueva entidad. Documéntese.

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    1. Para ser una fusión no se cumplió NINGUNA de las obligaciones para ello, ni de la Ley de Asociaciones ni de los Reglamentos federativos. ¡Qué atrevida es la ignorancia!

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